Esta receta de croquetas de mejillones es una de esas elaboraciones que suelen gustar a todo el mundo, y que realmente no tienen una gran dificultad. Sí es verdad que el tiempo de elaboración es un poco largo, así que si tienes prisa, mejor déjalo para otro día.
Sin embargo, lo bueno de las croquetas es que puedes hacer una gran cantidad y congelarlas. Si lo ves de esta forma, es más una inversión de tiempo que una pérdida. Además, las croquetas de mejillón, a diferencia de las más clásicas, consiguen que puedas experimentar un sabor muy intenso de mar, con la suavidad de la bechamel.
Descubre ahora cómo elaborar paso a paso las croquetas de mejillones.
Antes de entrar en la cocina asegúrate que dispones de todos los ingredientes necesarios (para 4-6 personas):
Lata ALBO de mejillones
1 cebolla grande
Lata de pimiento de piquillo
Aceite de oliva virgen extra
90 gr de mantequilla
90 gr de harina
1 litro de leche
2 huevos
Pan rallado fino
500 ml de aceite de girasol para freír
Sal
Nuez moscada
Pimienta
Sartén
Freidora
Varillas para remover
Tabla de corte
Cuchillo bien afilado
Bandeja
2 platos llanos
Plato hondo
Microondas
Pincel de cocina
Rollo de film transparente
Rollo de papel de cocina
Si quieres descubrir cómo se elabora esta sabrosa receta sigue los siguientes pasos uno a uno.
Corta en trocitos muy pequeños la cebolla, casi en juliana. En una sartén pon un chorro de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo, para proceder a dorar la cebolla poco a poco. Paralelamente saca los mejillones de la lata, escúrrelos y trocéalos. Después pica el pimiento y añade ambos ingredientes a la cebolla, dejando que se hagan un par de minutos. Cuando estén listos reserva la mezcla.
Recordar que lo más importante para elaborar la bechamel es tener paciencia, así que para empezar, poner en una sartén a fuego bajo los 90 gramos de mantequilla. Mientras esta se derrite, calienta la leche en el microondas, no demasiado, simplemente para que coja temperatura.
En el momento que veas que la mantequilla está derretida añade la harina y remueve con la varilla durante unos dos minutos, hasta que tengas una pasta, llamada roux. Ahora incorpora poco a poco la leche al mismo tiempo que sigues removiendo con la varilla. Intenta que la leche que añadas se incorpore a la mezcla para echar más. Tras transcurridos unos 25 minutos, añade nuez moscada, sal y pimienta al gusto.
Para este paso incorpora a la bechamel la mezcla de mejillones, cebolla y pimiento, dejándolo 5 minutos a fuego muy muy bajo y removiendo de vez en cuando para que no se pegue. Unta una bandeja con un poco de mantequilla y vierte la bechamel en ella, pintando con un poco de mantequilla derretida la mezcla por encima. Finalmente, ponle papel de film y déjala reposar 12 horas en la nevera.
Una vez pasen las horas indicadas en el paso anterior, saca la mezcla de la nevera y empieza a moldear las croquetas, dándole la forma que más te guste. Para rebozarlas pásalas por el pan rallado, después por el huevo batido previamente y de nuevo por el pan rallado. De esta forma estarán mucho más esponjosas y sabrosas. Cuando hayas hecho toda la cantidad, puedes congelar aquellas que no vayas a hacer, mientras que el resto, se dejan reposar durante una hora.
Calienta el aceite en la freidora, o si no tienes, en una sartén, aunque debes echar mucha cantidad. Espera a que el aceite esté bien caliente y fríelas. Cuando estén doradas por fuera, retíralas a un plato con papel de cocina. De esta forma retiraremos el exceso de grasa. Deja que se templen y prepáralas para servir.