Los tiempos han cambiado para nuestra cocina. Hoy en día, cuando todo está tan informatizado parece que volvemos a recuperar la pasión y el respeto por la tradición y lo natural, que parecía que se había perdido entre multinacionales de fast food.
El mejor ejemplo de esto es el auge de la industria conservera en la alta cocina de nuestro país. Algo que nos llena de optimismo y que coloca a nuestro sector en el lugar que merecemos, y es que, una buena lata de nuestro atún en aceite de oliva Albo o nuestras maravillosas sardinillas ya no son exclusivamente un recurso fácil para una comida rápida.
Es innegable que los grandes chefs de nuestro país han caído rendidos a las posibilidades de nuestros productos. Innovación, vanguardia y cocina se han convertido en el mejor aliado de nuestras conservas en busca de otorgarles la excelencia que siempre han tenido, pero que pocas veces se han valorado tanto como ahora.